Los investigadores están descubriendo que nuestros patrones mentales podrían dañar nuestros telómeros, partes esenciales del ADN de la célula, y afectar nuestra vida y salud. La científica ganadora del premio Nobel Elizabeth Blackburn y la psicóloga de salud Elissa Epel nos lo explican a continuación.
¿Cómo puede una persona disponer de buena salud, mientras que otra que practica los mismos hábitos y con la misma edad, parece envejecer antes? Los humanos han estado haciéndose esta pregunta por milenios, y recientemente, se está volviendo cada vez más claro para los científicos que las diferencias entre las tasas de envejecimiento de las personas radican en las complejas interacciones entre genes, relaciones sociales, ambientes y estilos de vida.
A pesar de que naces con un conjunto particular de genes, la forma en que vives puede influir en cómo se expresan. Algunos factores del estilo de vida incluso pueden activar o desactivar los genes. En lo profundo del corazón genético de todas nuestras células se encuentran los telómeros, o segmentos repetidos de ADN no codificante que viven en los extremos de los cromosomas, forman casquetes y evitan que el material genético se deshilache.
Con el acortamiento de cada división celular, ayudan a determinar qué tan rápido envejece una célula. Cuando se vuelven demasiado cortos, la célula deja de dividirse por completo. Esta no es la única razón por la cual una célula puede volverse senescente ; respuesta al estrés y daño ocurrido en una célula. (hay otras tensiones en las células que aún no comprendemos muy bien), pero los telómeros cortos son una de las principales razones por las cuales las células humanas envejecen.
Hemos dedicado la mayor parte de nuestras carreras al estudio de los telómeros, y un descubrimiento extraordinario de nuestros laboratorios (y visto también en otros laboratorios) es que los telómeros en realidad pueden alargarse. Esto significa que…
” El envejecimiento es un proceso dinámico que podría acelerarse o ralentizarse y, en algunos aspectos, incluso revertirse”.
Hasta cierto punto, nos ha sorprendido a nosotros y al resto de la comunidad científica que los telómeros no cumplen simplemente los comandos emitidos por su código genético. Tus telómeros te escuchan. Los alimentos que comes, tu respuesta a los desafíos, la cantidad de ejercicio que realizas y muchos otros factores parecen influir en ellos y pueden prevenir el envejecimiento prematuro a nivel celular. Una de las claves para disfrutar de buena salud es simplemente hacer tu parte para fomentar la renovación celular saludable.
Los científicos han aprendido que existen varios patrones de pensamiento destructivos para los telómeros, y por lo tanto para nuestra salud.
1. Cínica hostilidad; Los frecuentes enfados y pensamientos de que no se puede confiar en otras personas
Alguien con hostilidad no solo piensa: “Odio hacer largas colas en las tiendas ” también piensa: “¡Ese comprador fue más rápido, y se encuentra en la posición de la cola que me corresponde a mí ” (a la vez que se enfada). Las personas con elevados resultados en hostilidad cínica tienen telómeros más cortos, más enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas y, a menudo, mueren a edades más tempranas.
En un estudio realizado a funcionarios públicos británicos, los hombres que obtuvieron elevados resultados en la medición de hostilidad cínica, tuvieron telómeros más cortos que los hombres cuyas puntuaciones de hostilidad fueron bajas. Los hombres más hostiles tenían un 30 por ciento más de probabilidades de tener una combinación de telómeros cortos y alta telomerasa (una enzima en las células que ayuda a mantener los buenos telómeros), un perfil que parece reflejar los intentos fallidos de la telomerasa para proteger los telómeros cuando son demasiado cortos.
Estos hombres tenían lo opuesto a una respuesta saludable al estrés. Normalmente, nuestro cuerpo responde al estrés con un aumento en el cortisol y la presión arterial, seguido de un retorno rápido a los niveles normales. En cambio, cuando estos hombres estuvieron expuestos al estrés, su presión arterial diastólica y los niveles de cortisol se atenuaron, una señal de que su respuesta al estrés fue, básicamente, interrumpida por el uso excesivo.
Su presión arterial sistólica aumentó, pero en lugar de volver a los niveles normales, se mantuvo elevada durante mucho tiempo después. Los hombres hostiles también tenían menos conexiones sociales y menos optimismo. En términos de su salud física y psicosocial, eran altamente vulnerables a una etapa temprana de la enfermedad, los años en la vida de una persona marcados por las enfermedades del envejecimiento, que incluyen enfermedades cardiovasculares, artritis y un sistema inmune debilitado entre otras. Las mujeres tienden a tener una menor hostilidad, la cual está menos relacionada con las enfermedades cardíacas, pero hay otros culpables psicológicos que afectan la salud de las mujeres, como la depresión.
2. El pesimismo; pensamientos negativos y ver las cosas a menudo desfavorables
Se ha demostrado que tiene efectos negativos en los telómeros. Cuando nuestro equipo de investigación realizó un estudio sobre el pesimismo y la longitud de los telómeros, descubrimos que las personas con elevados resultados en un inventario de pesimismo tenían telómeros más cortos. Este fue un pequeño estudio de aproximadamente 35 mujeres, pero en otros, también se han encontrado resultados similares, incluido este otro estudio de más de 1,000 hombres. También encaja con una gran cantidad de evidencia de que el pesimismo es un factor de riesgo para la mala salud. Cuando los pesimistas desarrollan una enfermedad relacionada con el envejecimiento, como cáncer o enfermedad cardíaca, la enfermedad tiende a progresar más rápido. Al igual que las personas cínicamente hostiles, y las personas con telómeros cortos, en general, tienden a morir antes.
3. El rumiar o lamentarse; el acto de volver a enfrentar los problemas una y otra vez
¿Cómo se diferencia una reflexión inofensiva de estar constantemente dándole vueltas a la cabeza? La reflexión es el análisis natural e introspectivo sobre por qué las cosas suceden de cierta manera. Puede causar cierta incomodidad saludable, pero cuando le das vueltas a la cabeza te sientes martirizado. Solo das vueltas, y esto nunca conduce a una solución, si no a más lamentos y a dar más vueltas dentro de tu cabeza.
Cuando rumias ( darle vueltas a la cabeza una y otra vez, o introspección obsesiva ), el estrés se queda en el cuerpo mucho después de que el motivo que lo originó haya desparecido, en forma de presión arterial alta, frecuencia cardíaca elevada y niveles más altos de cortisol.
Nuestro nervio vago, que nos ayuda a sentirnos tranquilos y mantiene nuestro corazón y sistema digestivo estables, retira su actividad y permanece alejado mucho después de que el factor estresante haya terminado. En un estudio, examinamos las respuestas de estrés diarias en mujeres sanas que eran cuidadoras de personas de avanzada edad.
Cuanto más se lamentaban las mujeres después de un evento estresante, menor era la telomerasa en el envejecimiento de sus células CD8 ( las células inmunes cruciales que emiten señales proinflamatorias cuando están dañadas). Las personas que rumian experimentan más depresión y ansiedad, que a su vez están asociadas con telómeros más cortos.
4. La supresión del pensamiento; el intento de alejar pensamientos y sentimientos no deseados
El fallecido Daniel Wegener, un psicólogo social de Harvard, una vez se encontró con esta frase del gran escritor ruso Leo Tolstoy: “Intenta realizar esta tarea: no pensar en un oso polar, y verás que vendrá el maldito oso a la mente cada minuto. “Wegener puso esta idea a prueba a través de una serie de experimentos e identificó un fenómeno que llamó error irónico, lo que significa que cuanto más enérgicamente intentes alejar tus pensamientos, con más fuerza estos captarán tu atención.
El error irónico también puede ser dañino para los telómeros. Si tratamos de manejar pensamientos estresantes al hundir los malos pensamientos en las aguas más profundas de nuestro subconsciente, puede ser contraproducente. Los recursos del cerebro crónicamente estresados ya están gravados, lo llamamos carga cognitiva, lo que hace que sea aún más difícil suprimir los pensamientos.
En lugar de menos estrés, obtenemos más. Después de realizar un pequeño estudio se asoció una mayor evitación de sentimientos y pensamientos negativos con telómeros más cortos. La evitación por sí sola probablemente no sea suficiente para dañar los telómeros, pero puede llevar a la aparición de estrés crónico y la depresión, que pueden acortar los telómeros.
5. La mente deambulante; no prestar toda la atención a lo que estás haciendo
Los psicólogos de Harvard Matthew Killingsworth (TED Talk: ¿quieres ser más feliz? Permanece en el momento)
y Daniel Gilbert (TED Talk: La sorprendente ciencia de la felicidad) utilizaron una aplicación móvil para preguntar a miles de personas en qué actividad estaban involucrados, lo que están haciendo sus mentes y lo felices que son. Killingsworth y Gilbert descubrieron que pasamos la mitad del día pensando en algo más que lo que estamos haciendo.
También descubrieron que cuando las personas no están pensando en lo que están haciendo, no son tan felices como cuando están comprometidas. En particular, la mente negativa deambulando, los pensamientos negativos, o desear estar en otro lugar, conlleva altas probabilidades de ocasionar un estado de infelicidad en nuestros próximos momentos.
Estudiamos junto con Eli Puterman cerca de 239 mujeres sanas y de bajo estrés que tenían entre 55 y 65 años de edad y evaluamos su tendencia a deambular por la mente. Les hicimos dos preguntas: ¿con qué frecuencia en la última semana tuvieron momentos en los que se sintieron totalmente concentradas o comprometidas en hacer lo que estaban haciendo en ese momento? ¿Con qué frecuencia en la última semana tuvieron algún momento en el que se sintieron que no querían estar donde estaban o haciendo lo que estaban haciendo en ese momento?
Las mujeres que habían reportado los niveles más elevados de mentes deambulando tenían telómeros que eran más cortos en alrededor de 200 pares de bases. (Para poner esto en contexto, una persona de 35 años de edad tiene aproximadamente 7.500 pares de bases de telómeros, una de 65 años, 4.800 pares ). Esto fue independientemente de la cantidad de estrés que tenían en sus vidas.
Algunos pensamientos deambulantes pueden ser creativos, por supuesto. Pero Pero cuando piensas en pensamientos negativos sobre el pasado, es más probable que seas infeliz e incluso puedas experimentar niveles más altos de hormonas de estrés en reposo.
Los patrones de pensamiento negativos que hemos descrito son automáticos, exagerados y controladores. Ellos toman control de tu mente; es como si te ataran una venda alrededor de tu cerebro para que no puedas ver lo que realmente sucede a tu alrededor. Pero cuando te vuelves más consciente de tus pensamientos, la venda de los ojos comienza a desaparecer. No necesariamente detendrá los pensamientos, pero se tiene más claridad. Las actividades que promueven una mejor conciencia del pensamiento incluyen la mayoría de los tipos de meditación, junto con la mayoría de las formas de ejercicios de mente y cuerpo, incluida la carrera de larga distancia.
En la siguiente conferencia, la Dra. y ganadora del premio Nobel en 2009 Elizabeth Blackburn (por el descubrimiento de cómo los cromosomas están protegidos por los telómeros y la enzima telomerasa) nos explica el impactante poder que tienen nuestros pensamientos, en nosotros mismos y en los demás.
La ciencia de las células que nunca envejecen, Elizabeth Blackburn Ted 2017.
CONCLUSIÓN
Los patrones de pensamiento negativos, pesimistas, hostiles, repetitivos y preocupantes, promueven una mala salud y un envejecimiento prematuro.
La conciencia del pensamiento a través de las actividades antes mencionadas, sobre todo y destacando aquellas específicas para la mente, pueden promover la resistencia al estrés y combatir la depresión. Con el tiempo, aprendes a enfrentar tus propias reflexiones o pensamientos problemáticos y dices: “Esto es sólo un pensamiento”. Se desvanecerá.
Ese es un secreto sobre la mente humana: no necesitamos creer todo lo que nuestros pensamientos nos dicen. Por lo tanto una regla empírica a tener en cuenta es…
“No creas todo lo que piensas”
BIBLIOGRAFIA:
https://www.ted.com/talks/matt_killingsworth_want_to_be_happier_stay_in_the_moment
https://www.ted.com/talks/dan_gilbert_asks_why_are_we_happy
Elissa S. Epel, Eli Puterman, Jue Lin, Wandering Minds and Aging Cells