Me apetecía acabar este año y empezar el siguiente de una manera distinta.

De entre las varias opciones disponibles, me decidí por echar una solicitud con suficiente antelación en el centro de Meditación Vippasana (Candeleda-Avila, con espectaculares vistas a la Sierra de Gredos), para las fechas del curso 27-12-2017 al 07-01- 2018.

Es difícil reservar, debido al éxito que tienen, todos los cursos se llenan y suele haber lista de espera larga.

 

Meditación Vippasana

La técnica de Meditación practicada tiene el mismo nombre que el centro “Vippasana” que significa “ ver las cosas tal y como realmente son no como nos gustaría que fuesen”

Esta técnica fue redescubierta por Gotama el Buda hace más de 2.500 años y enseñada por él como un remedio universal para males universales “nunca sectarios”, es decir, como un arte: El arte de vivir.

El Sr. Goenka comenzó a enseñar y a expandir los cursos de Vipassana en 1969, después de haber recibido las enseñanzas de su maestro Sayagyi U Ba Khin.

El curso

Es un curso intensivo “completamente gratuito” (si se desea se pueden realizan donaciones voluntarias) cuya duración es de 10 días, pero antes se debe rellenar una inscripción, y aceptar las siguientes reglas disciplinarias y cumplirlas durante toda la estancia :

  1. Abstenerse de matar a cualquier criatura; (por eso la alimentación es vegetariana)
  2. Abstenerse de robar;
  3. Abstenerse de toda actividad sexual;
  4. Abstenerse de mentir;
  5. Abstenerse de todo tipo de intoxicantes (fumar, beber etc.)

También abstenerse de ayunar y practicar cualquier tipo de ejercicio físico, yoga etc.

Hay segregación de hombres y mujeres, no está permitido el contacto físico, esto incluye el saludo con personas del mismo sexo.

Abstenerse de leer, escribir, utilizar tecnologías, etc.

Aceptar el voto de silencio durante los primeros 9 días, no puedes hablar ni con tus compañeros de habitación. Este personalmente me encanta, y observar como la mente al permanecer en periodos largos de silencio, intenta inventarse un montón de historias, no quiere parar, pero si uno se centra y observa…consigue ir disolviendo todo ese ruido y comienza a experimentar “ paz”.

 

El horario del curso:

  • 4:00 a.m.                  Llamada
  • 4:30-6:30 a.m.         Meditación en la sala o en la habitación
  • 6:30-8:00 a.m.         Desayuno y descanso
  • 8:00-9:00 a.m.         Meditación en grupo en la sala
  • 9:00-11:00 a.m.       Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor
  • 11:00-12:00 a.m.     Comida
  • 12 a.m.-1:00 p.m.    Descanso y entrevistas con el profesor
  • 1:00-2:30 p.m.         Meditación en la sala o en la habitación
  • 2:30-3:30 p.m.      Meditación en grupo en la sala
  • 3:30-5:00 p.m.      Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor
  • 5:00-6:00 p.m.      Merienda y descanso
  • 6:00-7:00 p.m.      Meditación en grupo en la sala
  • 7:00-8:15 p.m.      Charla del maestro en la sala
  • 8:15-9:00 p.m.      Meditación en grupo en la sala
  • 9:00-9:30 p.m.      Preguntas en la Sala
  • 9:30 p.m.               Acostarse. Se apagan las luces

 

Nada más llegar (el día previo al comienzo del curso), te piden muy amablemente depositar tus objetos personales, teléfono móvil, tablet, portátil, libros, diario, llaves del coche (por si no aguantas y quieres huir en mitad de la noche ..jejeje ), o cualquier cosa que hayas traído que pueda distraer tu práctica. Todos son guardados a buen recaudo y te son devueltos al finalizar el curso.

No hay obligación de completar los 10 días, y se te permite abandonar antes de tiempo si así lo deseas, pero ellos te alentan a que completes el propósito por el cual has venido (aunque al final siempre hay algun@s que no lo logran y se marchan).

Los 3 primeros días, practicas la Meditación Anapana, que es simplemente la observación de cómo entra y sale la respiración natural.

A partir del cuarto día, comienzas con la práctica de Vippasana, que es donde empieza lo realmente bueno. Desde mi punto de vista, es un proceso muy refinado de auto-observación, mediante el cual experimentas diferentes sensaciones, y empiezas de verdad a hacer algo que probablemente muy pocos hayamos hecho antes en toda nuestra vida, “conocernos a nosotros mismos” y llegar a la raíz verdadera de nuestros sufrimientos.

Aquí la mente, la cual no desea permanecer centrada, intenta jugar contigo a todo tipo de estrategias y tramas para desorientarte del camino. Es un enfrentamiento único y arduo, cara a cara “con tu ego”.

A partir de este punto, es todo un mundo, el cual es mejor que no te lo cuenten, experimentarlo por uno mismo es el gran trofeo.

La tarea en si no es nada fácil, tanto la mental como la física, no vas a un camping a pasarlo bien y a que te pongan un camino de rosas.

Aunque algunos puedan etiquetar algunas de las normas a cumplir como extremistas, (yo mismo lo pensé “erróneamente” la primera vez que me lo dijeron hace ya bastantes años) debo decir, que están muy bien diseñadas y con el solo propósito de que saques el mayor beneficio de tu estancia.

Cada día, en el discurso de la tarde, explican pasos a seguir para que tu práctica sea firme. Especifican con mucha claridad, que la teoría y la practica deben ir unidas.

No solo meditación

Un dato destacable que me gustó mucho, es que no solo vas a Meditar, si no que también te dan directrices claras, de cómo vivir, de llevar una vida recta de amabilidad, pero en acción, no solo de palabras, si no de practica y actitud diaria, de comprensión, sin hacer daño a los demás y aportando bienestar, de allí que la alimentación servida sea vegetariana y la prohibición de matar a cualquier animal, aunque sea un insecto.

No esperes alcanzar la Iluminación o el Nirvana al final de los diez días, ni mucho menos, pero con seguridad, algo sucederá dentro de ti para mejor, a la vez que agradecerás enormemente haber podido asistir. Te sentirás muy orgullos@ de haberte labrado con esfuerzo y disciplina las bases de un método, mediante el cual podrás (si sigues practicando) enfrentarte a las adversidades que nos depara la vida, con más sencillez, más eficacia, mas comprensión, más paciencia, estar más presente, disolver las situaciones incomodas con mucha más facilidad, gestionar mejor tus emociones, en definitiva “ ser más feliz”.

Conclusión

Personalmente, considero la meditación como una herramienta necesaria de salud en nuestra vida diaria, al igual que hacemos ejercicio para fortalecer la parte física, la meditación es una excelente opción para potenciar y agudizar nuestra mente.

Una salud completa, incluye también trabajo mental, de lo contrario, es una salud parcial. Por lo tanto, lo recomiendo 100%.

Una vez completado el curso de 10 días, tienes la opción de acceder a otros, de menor estancia. Puedes asistir a los mismos en cualquiera de los centros que tienen disponibles en todo el mundo, la enseñanza en cada uno de ellos es exactamente la misma.

Siento una enorme gratitud hacia toda la organización Vippasana y también hacia mi hermana/amiga de la Infancia Laura, quien fue la persona que me recomendó este maravilloso lugar.

Y como bien dicen en Vippasana

“Que todos los seres sean felices!!